martes, 20 de septiembre de 2011

Capítulo 3

La noché la pasé fatal, estaba bastante liada ¿enamorada tal vez? Puede... Pero no sé por qué joder, pero lo que tengo claro es que no me dejaré derribar tan pronto, no.
Me pasé toda la noche pensándolo y de último que me acuerdo es que miré el reloj y eran las cinco.
Marisa me despertó como cada maña, me miré en el espejo, estaba blanca, con unas ojeras impresionantes, no era yo.
Me vestí y hice lo mismo de cada mañana, la rutina me aburría.
Llegué al instituto, Teresa me esperaba en la puerta.
-Teresa, tengo que contarte una cosa, pero por favor, no se la cuentes a nadie.
-Tranquila, vamos a clase y allí me lo cuentas.
Yo asentí, entramos en clase y dejé las cosas, nos apartamos a una esquina.
-¿Qué te pasa?
-Joder, que la he cagado.
-¿Pero que pasa?
-Ayer, Jesús me ayudó a estudiar, ¿te acuerdas lo que te conté?
-¿Lo del tuenti? Sí, claro, ¿pero que ha pasado? No me asustes.
-Bueno, que nos besamos.
Teresa se quedó mirándome, no daba crédito.
Escuchamos unas risitas, y vimos entrar a Lidia, detrás le seguía un chico, Jesús.
Lidia dejó sus cosas, le dio un beso en los labios a Jesús y se marchó con él.
Teresa me miró, yo no sabía que hacer, quería ponerme a llorar, cogí mis cosas y me marché de clase.
-¿A dónde vas?-Teresa me agarró de la mano.
-Necesito pensar, si preguntan por mi dile que me he puesto mala ¿vale?
-Sami no lo hagas, no merece la pena.
-Por favor.
-Bueno, pero te llamo en el recreo eh.
-Gracias - Nos dimos un fuerte abrazo y me marché.
Estube andando durante un cuerto de hora y llegué a un pequeño parque donde no había nadie, cogí un cigarro y lo encendí.
Alguien me lo quitó de la boca y se sentó a mi lado.
-Esto es muy malo ¿sabes? - Le dió una calada.
-Pues tú le acabas de dar una calada.
-Ya, pero a mi me da igual morirme antes - sonrió.
-¿Qué haces que no estás en clase?
-Eso debería preguntártelo a ti ¿no crees?
-Como te dije no tengo por qué contarte mi vida.
Jesús le dió otra calada al cigarro y lo tiró al suelo.
-He visto como te ibas y como te conozco sabía que no tramabas nada bueno.
-No eres nadie para decirme lo que tengo o no tengo que hacer -Lo dije algo cabreada.
-Pues eso no lo decías en el cine.
-Mira, no me toques mas los huevos.
-No te los puedo tocar porque no tienes.
-Joder Jesús déjame ya ¿no?
-No hasta que me digas que te pasa.
-Puedes esperar sentado.
-Venga Sami, vámos a llevarnos bien.
-Mira Jesús, yo no te pedí que vinieras, quiero estar sola, pensar.
-Ya habrá tiempo para eso.
Me cogió del brazo y me llevó a un puesto de palomiras, me compró unas grandes, luego dimos un paseo por el parque, Jesús empezó a hacer el tonto en los columpios, antes de que me diera cuenta estaba riéndome como una niña pequeña viendo como Jesús intentaba hacer piruetas en las anillas, hacía años que no me lo pasaba tan bien.
Nos sentamos en un banco a descabsar un rato.
-¿Te lo estás pasando bien?
-Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien.
-Como mis padres se enteren de que he faltado al intituto me matan...
-¿Por qué te preocupa tanto?
-Porque si no tengo media de nueve para la selectividad no puedo estudiar medicina.
-Pero no está mal de  vez en cuando divertirse-Sonreí.
-La verdad es que esto me ha sentado bien.
-¿No sales con Lidia o qué?
-Claro que sí, pero... por favor no se lo cuentes a nadie.
-Tranquilo, soy una tumba.
-Con ella tiene que ser perfecto, ir a sitios caros, vestidos siemore de marca y con una sonrisa en la cara.
-Joder, que aburrimiento...
-Eso no es lo peor, lo pero es que tiene calculado hasta cuando tenemos que besarnos.
Yo empecé a reirme, me imaginaba a Lidia calculando todo.
-Oye no te rias, que no tiene gracia.
-Lo siento, ya paro.
Jesús me miró a los ojos, en ese momento el tiempo volvió a pararse como en la tarde pasara, nueestras caras uban aproximándose, tan solo unos centímetros.
-Bueno, es tarde ¿nos vamos? - me aparté.
Me llevó a casa, todo era algo incómodo.
-Gracias.
-De nada, es lo que hago todos los días-sonrió.
-No seas tonto, te estoy dando lar gracias por haber venido a por mí cuando me fui de clase.
-Bueno, para eso estan los amigos.
Sonreí y me marché.
Comí con Marisa.
-Este fin de semana me voy a Los Ángeles, tienes la casa para ti sola.-Dijo Marisa con una gran sonrisa.
-Vale, voy a estudiar, mañana tengo exámen.
-Vale.
La tarde se me hizo larguísima pero pude estudiar.
Al día siguiente cuando llegué al inti teresa me esperaba en la puerta como todas las mañanas.
-¿Qué tal estás? - me abrazó.
-Mejor, ayer estube toda la tarde con Jesús -sonreí.
-¡ENSERIO! -Todo el mundo nos miró.
-Shh, calla.
La cogí del brazo y entramos en clase, las mesas ya estaban preparadas para el examen.
Dejé mis cosas y como Teresa estaba detrás mía nos sentamos en las mesas.
-Bueno cuenta.
-Gordis! -Dijo Mara sentándose con nosotras.
-Hola cariño-Dijo Teresa.
-¿De qué hablábais?
-De que Sami se pasó TODA la mañana con Jesús.
-¿Qué dices? -Dijo Lidia detrás mía.
Yo me giré y la miré, tenía cara de asco.
-Nada que te interese.
-Estáis hablando de mi novio, y si que me interesa.
-Mira tía, pues sí, ayer pasé toda la tardecon él ¿y sabes lo que me contó?
-A ver, que te contó.
-Que eres una pesada, que lo tienes todo controlado y que no te soporta .-Le grité, haciendo que todo el mundo lo escuchara.
Me giré y me encontré a Jesús delante mía, la había cagado.
-Lo...-No me dejó terminar y se fue corriendo, yo fui detrás de él.
Pude consegui cogerlo cuando llegamos al patio, donde en ese momento no había nadie.
Le cogí de la mano y hice que se girara.
-La he cagado...
-Te confié una cosa, puede que para ti fuera una tontería pero para mí era un secreto ¿sabes? y confié en ti.
-Me puse de los nervios, no sabía que hacer.
-¿Me estás diciendo que cada vez que te cabrees vas a contarlo todo?
-No pero....
-¿Pero qué? No hay ninguna excusa-Se giró.
-Mi padre mató a mi madre, por eso tube que irme a vivir con mi tío.
Jesús se giró y me miró.
-Tu abuela...-Mi hojos empezaron a humedecerse.-tu abuela fue quien me ayudó, era mi vecina, desde ese día cambié, no sabes lo que es ver como tu padre ha matado a tu propia madre.-Empecé a llorar.
Jesús me arrimó a él y me dio un abrazo, apoyé mi cabeza en su hombro, y dejé que mis lágrimas cayeran, nunca me habían consolado, siempre era la niña que se metía en su cuarto a llorar y después salía con una sonrisa aunque estubiera hecha mierda.
-Lo siento mucho.
-No pasa nada-Me separé.
-Bueno, supongo que ahora nos une algo ¿no?
-A parte de tu abuela y mi tío no había nadie más que lo supiera.
Una lágrima recorrió  mi mejilla, Jesú me la secó con su mano y me dio un beso en la frente.
Miré el reloj.
-¡MIERDA EL EXAMEN!
-¿Qué pasa?
-Tenía un examen a primera hora.
-No te preocupes, mañana te lo harán, ya me las arreglaré.
-Gracias-sonreí.
Jesús se acercó a mí y me dio un beso en los labios, fue rápido, pero perfecto.
-¿Qué haces? -Aunque me encantó tenía que hacer el papel.
-Mira, te quiero ¿vale? pero como algo más que como amiga.
-¿Me estás pidiendo salir?
-Si...-Bajó la mirada.
-Salgo contigo con una condición, NADIE se puede enterar ¿vale?
Jesús sonrió y me volvió a dar otro beso, esta vez fue más intenso, primero jugó un poco con mis labios y luego sentí como su lengua rozaba la mía y hacía que mi corazón se acelerase.
-Vale, lo mantendremos en secreto-Dijo con una amplia sonrisa.

1 comentario:

  1. Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyysssssssssssssshhhhh!*-* Quuuuuuuueee preeeciooosiiidaaad <3 Ess perfeectoooo (L).

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